23 junio 2021
8:00 a.m.
Salgo de casa, la mañana se ha levantado metálica sobre el cielo Granadino. Consulto de nuevo el tiempo en el teléfono móvil, allí todo será soleado. Perfecto. Ando por la calle Gracia hacia abajo, creo que dejé el coche cerca del restaurante indio. El kioskero me saluda. Todas las mañanas le compro el diario antes de ir a la facultad. Hoy no me interesan las noticias. Que se maten en el senado. La bolsa de viaje me pesa en el hombro, seguro que me hace una marca. Abro la puerta del coche y dejo la maleta en la parte de atrás y el bolso en la del conductor. Pongo música, posiblemente a Enrique o a Manolo. Arranco.
11:30 a.m.
Paro en una estación de servicio. Tomo un desayuno ligero, zumo de naranja natural y un café sólo. Hago pis. Me miro en el espejo. Tengo un nudo en el estómago y más arrugas que antes. Qué más da. Pago el desayuno, reposto, quedan muchos kilómetros.
13:20 p.m
Te llamo.
-Hola
-Hola qué sorpresa, ¿Qué tal estas?
- Bien, en un atasco entrando a la ciudad.
-¿En serio? ¿Y a qué has venido?
-A un congreso, expongo una investigación.
-Molaría ir a verte, ¿Dónde va a ser?
-Que va, seguro que te aburrirías, es sobre métodos docentes, pero de momento ceno sola. ¿Puedes?
20:00 p.m.
La exposición ha ido bien, frente a ellos me siento segura. Veremos a ver en la cena. Hemos quedado a las diez en el restaurante aquél, el de la terraza en la calle. Compruebo la hora. Aún me queda tiempo. Decido dejar el coche en un parking del centro y andar hasta el restaurante. En la calle hay bullicio, las tiendas empiezan a cerrar y los compradores entran y salen. Me siento en un banco y me fumo un cigarro, ya no hace tanto calor como a medio día. Ya sabes que no me gusta fumar cuando tengo calor.
21:45
Estoy a cinco minutos andando del restaurante. Empiezan las dudas. Compruebo que lo llevo todo en el bolso, llaves, móvil, cartera, pañuelos, gafas, el libro, un bolígrafo. Tener objetos útiles me hace sentir más segura. Vibra el móvil. Ya estás allí. Debería haber llegado primero.
22: 15
Me has mirado extrañado. Supongo que me visto,me peino, me maquillo y me muevo de una forma demasiado formal. Lo demás va bien, relajado. Eres tú. Soy yo. He decidido no pedir vino, no de momento. También te sorprende que coma ensalada. Me hago vieja. Empiezo a sentirme insegura. Trabajas en una empresa pequeña y asciendes rápido. Lo suponía pero me esperaba que hubieras hecho algo más por tu cuenta. Vuelvo a dudar. Se acaba la comida.
-¿Una copa?
-Vale, pero rápida que mi mujer cree que estoy trabajando.
No esperaba otra cosa. Te dispones a pedir.
-Mejor en otro sitio.
24 junio 2021
12:30 a.m
Parece una tontería pero que vayas en el asiento del copiloto me devuelve la seguridad. Yo he venido. Yo voy a hablar. Te llevo a mi hotel. No es nada ostentoso pero tampoco se parece a los que íbamos cuando éramos estudiantes. Tiene una mesa en la terraza y una cama cómoda. Me vale. Cojo 2 botellitas de ron del minibar y una lata de cocacola, te sirvo, me sirvo, me siento. Enciendo un cigarro. Tú ya no fumas. Haces bien. La noche es fresca y el ron me va calentando la garganta.
01:20 a.m
Aprovecho un inocente silencio. Me descalzo y subo las piernas a la silla. Te miro a los ojos.
-Bueno pues ha llegado el día.
-¿Qué día?- Contestas risueño creyendo que seguimos hablando del trabajo, de la vida, de tu esposa...
- El día en el que vuelvo a por tí.- Cojo el libro de dentro del bolso- Me lo han publicado. Me está costando dinero, pero me gusta saber que alguien lo leerá- Te leo el poema que te he leido tantas otras veces:
martes, 12 de julio de 2011
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Nena, me encanta...estoy flipando ahora mismo...je...es buenisimo...
ResponderEliminarMuy bueno señorita. Y opino como Antonio, mucha gente se verá en cierta manera reflejada en el texto. Conmigo al menos lo has conseguido.
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