martes, 18 de enero de 2011

Mi País


Ya no queda ni un clavel revolucionado.
Ni una margarita en el pelo.
Ni una rosa dentro de un puño.

Ahora mi país es bipartidista, siempre lo fué, pero aquello era otra cosa.
Ahora dos guiñoles hablñan con palabras aleatorias en pequeños espacios televisivos.

Ya no está Ibárruri.
Ni el Guevara.
Ni Durruti.

Ahora mi país escucha a la princesa del pueblo eternamente orgullosa de su incultura, mientras hace monerías para gusto de la plebe. (poco pan y pésimo circo)

Ya no se pinta la bandera de morado.
Ni los corazones de rojo.
Ni hay puños en alto.

Ahora mi país tiene la tele en color y el futuro negro; y aún y así seguimos sentados.
Ahora mi país calla después de tanto muerto y tanto llanto. Ahora estamos ciegos y tenemos las casas llenas de trastos.

Ya no hay bandos.
Ya no hay lucha.
Ya no hay izquierda.

Ahora mi país habla de socialismo, cuando habla de egoísmo, corrupción, incultura y pasotismo. Las culpas se reparten, entre los de ahora y los de antes: Vosotros, sí, los votantes! Aquellos que dijísteis Sí, a una constitución con rey, de concesiones, para como siempre conformarnos.

Pero gracias a ella, padres y hermanos nos sentamos juntos en un sillón de Ikea a ver una tele de plasma en la que sale la princesa del pueblo, vamos juntos a disfrutar en los ruedos y estudiamos como Franco ganó una guerra en la que los dos bandos estaban igual de equivocados. Cómo diría la revolucionaria "¿Sois idiotas?".

Ya no hay verdades.
Ya no hay ideales.
¡YA!, ¡NO HAY DERECHO!

1 comentario:

  1. Hoy nos han comprado la capacidad de pensar por una X-box 360, y el sentimiento revolucionario por películas online (a no, ya no)
    Me gusta tu texto =)

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