sábado, 6 de noviembre de 2010

Lo que sudo al despertar

A las 7 de la mañana y en la nueva cima inventada es aquí y aun difícil expresarlo más intríseco al asunto humano.

Proceder al análisis psicológico dando palos a la diestra y a la siniestra.Como cuando un niño empieza a andar.Cómo aquel primer beso que te regalé forzosamente.Con tu abrazo hormonado.
Ser Psicoanalizado,No, ser bien psicoanalizado es un paso definitorio o al gusto, también definitivo. La diferencia abismal entre las ramas de la psicología determina si te deja en la boca un regusto cómo ajeno, de test manipulable a otra cosa, otra dimensión de supersistemas implementables en nuestro cerebro.

Les habla caballeros, mi bello y atemporal inconsciente.Aquel inconsciente enfermo de una histérica que sufre de un displacer inevitable. Tremendamente peligroso, siquiera imaginarlo eriza el vello de mi brazo. Tremendamente bello como el cielo azul o como el camino vuelta a casa desde lo elevado de la facultad.

Les envidio; os envidio a todos y a cada uno, les envidio por dedicar su intelecto a lo simbólico (lo cual les evita la atroz e incómoda realidad).Por estudiar parámetros construidos muy lejos de las pasiones humanas.Tasas, constantes, gráficos y otras florituras.Les envidio por poder separar su camino emociopersonal del academico-intelectual, yo, mientras tanto, no puedo separarme ni una sóla vez de mi self, de mi psique, de mi autoanálisis. Del paso inevitable del tiempo (el cronológico, el relativo y el cultural) mientras el tiempo atemporal del inconsciente sigue gritándome ¡DETENTE! detengase María, es usted una insensata, El tiempo pretérito se empequeñece cuanto más corre en cuantos el presente.Se aleja mi infancia, se aleja mi relación con aquel, se aleja el año pasado. Se aleja ayer. Se aleja este segundo.

Cárceles de incomprensión insondables.No podéis abrirlas, ni yo abrir las vuestras.Condena eterna, o todo lo eterna que puede ser en una vida efímera que amo más que a nada. Por encima incluso de mi misma.

Pensar en segunda persona, era dramático, pero también fácil.En ese abrevadero amable y romántico que era el amor de dos, el que pude profesarte desde aquí, desde mí.El anhelo eterno de la pregunta histérica. ¿Qué debo hacer para obtener el amor paternal?Ya lo hice todo. Lo hice; estudié. Lo sentí; evité sentir por encima de la sensibilidad artística. Ya lo pensé, pensé más allá. Ya lo discutí; gané.¿Y ahora qué?
Sólo me queda la comodidad y la fraternalidad, como los matrimonios de vejestorios en el crepúsculo de la vida? O la soledad de eterna incomprensión mística con otro nodo del supersistema?Me negaré y trotaré como antaño? Aquello era otra cosa.

"NO QUIERO SABERLO, LLEVAROSLO TODO, DEJADME EN SILENCIO"

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