sábado, 17 de octubre de 2015

¿De qué escapas que vas tan lejos?

Solía escribir cuando caía la noche
Necesitaba el humo, la oscuridad y el corazón en un puño.

Ahora podía escribir de día, prescindir del humo y olvidar a su cuerpo.

No podía, sin embargo, dejar al cuerpo sin alimento, a la mente sin orden y al silencio sin ruido.

No había ahora toros que empujaran las nubes hacia la meseta. No había pequeñas musas escondidas para quién quisiera verlas.

Había mielinización y sinosoidales. Había psicopatía, y había muerte.

Deseaba comunicarse con el yo de antes y contarle las noticias; pero el deseo, sólo es deseo en movimiento.

¿Había avanzado algo desde que leía a Bukowski? ¿Importaba algo que aumentaran las posibilidades de que ocurriese el relato futurístico, si este no se daba bajo la mirada del castillo rojo?

Igual que la cocaína volviéndo anhedónicas a las adictas; el amor volvíala débil, las emociones lábiles violaban su equilibrio.

Nada tiene la mañana (ahora que la conocemos) que la haga mejor que la noche. Nada ofrece de nuevo.

Pero volverán; volverán los óvalos, las redondeces, Victoria, las manadas, los vencejos las yeguas y las leonas (La materia comprendiéndose a sí misma).

La soledad, las multitudes, los niños, los hombres (y algunas mujeres magenta).

Entiende lo que pasó aquel año de los 80; una ola de frío enfrió vuestro carácter. Lo hizo duro y deseable. Vivirás sufriendo y sin enfoque.

Mientras tanto habrá (muy pronto) que desempolvar las piernas y sacarlas a correr respirando el verde; y habrá que desempolvar el alma y sacarla a bailar.

Puedo perderlo todo y volver a empezar; pero nunca desde el principio, por los telómeros.
Puedo perderlo todo, menos el tiempo.

O bailas o te vas. No entiende el equilibrio. Entiende las piedras que caen en el estómago y las costillas desgarrándose. La felicidad y el abismo pero no la compañía pausada.

O gritas y lloras o te vas. O ries o te vas. O estás seguro o te vas.

(Verá muchas partidas, pero no verá la propia)

Se esperará a sí misma por la mañana para limpiarse el barro y comprender, con la sabiduría de la edad,

que no solo es probable el cambio de valencia, que es seguro.

¿De qué escapas que vas tan lejos? Voy para volver y contarme cómo son las luces del mundo.

https://www.youtube.com/watch?v=U30gw1Mlk-M





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