domingo, 27 de diciembre de 2009

December


Y escribir. Y borrar.
Y escribirte; y borrarte.

A veces es todo tan nimio. Tan estúpido. Tan inservible.
Como intentar recoger la lluvia en los cuencos de las manos, o bebértela, o achicar el agua del Mediterráneo.

Al principio parece que funciona, que sacas un cubito, y otro. Que bebes unas cuantas gotas...pero no es verdad.De antemano sabes que has perdido la batalla, y una vez más la decisión no ha sido tuya.

¿Sabes que es lo peor, pekeño?
Que se me llenan los ojos de vendas, y las manos de heridas. De beber agua y cargar con cubos.
Pero continúo: a ver si un día tengo poderes sublimes y me bebo una tormenta, o a lo mejor escampa y puedo vaciar un charco pekeñito; y conseguir que me ames como habla un andaluz, y que tu cabeza, esté un poquito más cerca de la alhambra.

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