Los malditos desconocidos.
Los desconocidos de antes y los desconocidos de después.
Las caras que has borrado, las personalidades que has barrido, las personas que conociste y ya no sabes quién son....
Aquellos con quienes dormiste, a quienes amaste, a quienes odiaste, por quienes lloraste, aquellos ya no son, no son nada no son ellos; no les recuerdas...
Pero ahí no anida el pájaro más negro; sin duda el peor de ellos es el desconocido de ahora, aquel que posa sus alas en la misma habitación, te deja escuchar su canto y sus pluripotencias se desvanecen, en se convierte en polvo de nada, en polvo de nadie, en gente.
Uno más: uno menos
Y al final quién te queda? Tus recuerdos de tí? Tus recuerdos de algunos? Tus imagenes EXTREMADAMENTE modificadas de los anteriores desconocidos?
Rabia y pesadumbre. Como pesa lo de siempre. Cómo pesa no saber, ni siquiera quén eres, ni siquiera con quién andas.
El tú poético, cree que la personalidad sana es la de Rogers y tu misma, princesa de ningún lugar, crees que la personalidad sana es la de Maslow.
No sabes. No conoces. No eres.
¿Qué hay después de la deconstrucción?
Al menos, al principio, vacío. Duda. Necedad. Insapiencia. Y esta ignorancia maldita me está matando NES-CENCIA NE-CAT
jueves, 21 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ansiosa de más y esperando su visita a mi blog, en especial a la entrada de hoy.
ResponderEliminarLe beso un ojo.
Preludios de una princesa de ningún lugar.
ResponderEliminarSudor de recuerdos infectados.
Un acuerdo poético, unos desconocidos, un infierno de antídoto fermentado. Olvida los restos del liquido amniótico en el que naufragamos sin ser.
davidreydesign@gmail.com
Me he echo uno.. aunque poco interesante aún.
ResponderEliminar